El caqui es una fruta muy abundante en las zonas bajas de la sierra de Segura. Cuando aún no están del todo sazonados se cogen y se cuelgan para dejarlos madurar, pero el problema es que se "vienen" todos a un tiempo, lo que hace que no se aprovechen como es debido.
Con esta receta podrás comer tus caquis tan duros como una manzana y dulces como la miel, y además los aprovecharás mejor.
INGREDIENTES
3 Kg. de caquis duros, pero ya en su color, y un tarro de boca pequeña (de los de la mermelada) con 2 copas de coñac o aguardiente.
ELABORACIÓN
En una olla grande se pone el tarro con el coñac o el aguardiente y se le van poniendo los caquis alrededor hasta que quede cubierto procurando que ninguno se moje con el licor. Después se tapa la olla y se deja que los vapores del licor hagan su trabajo durante 10 o 15 días. Si acaso viéramos al probarlos que aún no están, los dejaremos otros 5 días más.
Para comerlos se pelan como si fueran manzanas y están riquísimos.
TRUCO
Los caquis no tienen que estar ni muy verdes ni blandos pues de ello dependerá que luego no estén lo bastante dulces, en el primer caso, o que se pudran, en el segundo caso. Si tienes muchos, no debes ponerlos todos a madurar a la vez, sino por tandas, cada 5 o 6 días, y no olvides poner una etiqueta con la fecha en la olla.
© Julia Martínez García. "Recetas de la Abuelita"